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sábado, 8 de abril de 2017

DOS EX OFICIALES DE EJERCITO PROCESADOS POR CRIMENES BAJO DICTADURA


Uno, Carlos Oviedo, es nada menos que hermano del actual jefe del ejército, Humberto, mientras que el otro sujeto, Carlos Minoletti, fue un activo homicida de la funesta “Caravana de la Muerte”

Prisión preventiva para ex general encubridor del asesinato de Waldo Rivera Concha

En calidad de encubridor del homicidio simple de WALDO RIVERA CONCHA, ilícito perpetrado el 30 de abril de 1974, en la ciudad de Temuco, la Corte de Apelaciones local rechazó éste jueves 6 el recurso de apelación y confirmó la resolución dictada por el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos Álvaro Mesa Latorre, quien sometió a proceso y decretó la prisión preventiva del que fuera general de ejército durante la dictadura cívico-militar, Carlos Oviedo Arriagada, sujeto que es hermano del actual comandante de esa rama, Humberto, nominado en tal cargo por el empresario ex presidente Piñera en marzo de 2014.

En fallo unánime (causa rol 58-2017), la Segunda Sala del tribunal de alzada no dio lugar al recurso por existir diligencias pendientes solicitadas por la abogada Carolina Contreras, del Programa de DDHH.

Tras escuchar a los intervinientes, el tribunal de alzada resolvió que: "(…) teniendo únicamente presente que existen diligencias pendientes que requieren de la presencia del procesado, SE CONFIRMA en lo apelado, la resolución de fecha treinta de marzo de dos mil diecisiete, escrita a fojas ochocientos dieciocho y siguientes de estos autos, en cuanto se resolvió no conceder la libertad provisional y ordenar el ingreso en prisión preventiva del encartado CARLOS EDUARDO OVIEDO ARRIAGADA".

El 30 de marzo recién pasado, el ministro instructor Álvaro Mesa (causa rol 114.000), sometió a proceso a Juan Carlos Millañir Ñancucheo como autor, a Mario Emiliano Alvarado Verdugo y Carlos Oviedo Arriagada como encubridores del delito de homicidio simple de Waldo Rivera Concha y decretó su ingreso en prisión preventiva  al destacamento de Montaña N° 8 Tucapel de Temuco.

En la etapa de investigación, el ministro Mesa logró establecer que "el 30 de abril de 1974, según certificado de defunción, fue muerto por efectivos militares de la compañía Andina del Regimiento Tucapel de Temuco, Waldo Rivera Concha, de 33 años, casado, padre de 5 hijos y funcionario de la empresa de obras sanitarias de Temuco, sin militancia política conocida".

"(…) esa noche, aproximadamente a las 01:00 de la madrugada, una de las patrullas militares cuya integración se conformaba por miembros de la compañía Andina, del Regimiento Tucapel de Temuco, se encontraba de punto fijo en la ciudad; apostada frente a la línea férrea entre las intersecciones de las calles San Martín y Cruz aproximadamente, en las cercanías de la fábrica de cecinas Rendell. Que dicha labor la realizaba un conscripto junto a sus compañeros Armando Millaqueo (fallecido) y Mario Elgueta, cuando divisó a una persona que caminaba a paso firme por la línea de ferrocarriles, en dirección hacia ellos;

Que ante tal situación, procedió a pasar bala a su fusil SIG, al mismo instante en que le manifestaba a Waldo Rivera Concha que se detuviera. Que al no obedecer este la voz de alto, el aludido conscripto presiona el gatillo de su arma y le dispara directamente al cuerpo del occiso;

Inmediatamente de ocurridos los hechos descritos precedentemente, el grupo de soldados se acercó al cuerpo de la víctima, pudiendo constatar en ese instante su fallecimiento. Que en este contexto, don Felidor Pasmiño Ortiz, funcionario del matadero municipal de Temuco, aquella noche se encontraba en su lugar de trabajo, el cual estaba ubicado en las cercanías de lo ocurrido; momento en que es alertado de la presencia de una persona muerta a la altura de la línea férrea entre las calles Cruz con San Martín;

Que tras concurrir al lugar, procedió a mover la cabeza de la víctima, percatándose en ese momento que aquella se trataba de Waldo Rivera Concha, a quien conocía dado que este último era funcionario de obras sanitarias, empresa que estaba ubicada en las cercanías del Matadero Municipal. Además; se pudo percatar que su cuerpo presentaba impactos de bala a la altura del estómago y que en el lugar, se encontraba una patrulla Militar, compuesta por efectivos armados, todos pertenecientes al Regimiento Tucapel de Temuco. Posteriormente, una patrulla, a cargo de un teniente de la misma compañía, coordina con el Regimiento a fin de que se acercara un camión a efectos de levantar el cadáver para trasladarlo al hospital Regional;

El 3 de mayo de 1974 y tras una infructuosa búsqueda a fin de recabar antecedentes sobre el paradero de su esposo, doña Elsa Ramona Altamirano Pereda, se dirigió junto a su cuñado hasta el instituto Médico Legal de esta ciudad, lugar donde se percató de la presencia de diferentes especies de propiedad de su esposo, siendo informada que el dueño de aquellas había sido sepultado por orden judicial, junto a otras personas. La señora Altamirano se dirigió inmediatamente hasta el 1° Juzgado del Crimen de Temuco, lugar donde voluntariamente presentó declaración en causa rol 47.264 expresando que el cadáver del desconocido encontrado el día 30 de abril frente a la calle San Martín de la ciudad de Temuco, pudiera corresponder al de su esposo; razón por la cual el tribunal ordenó la exhumación del cadáver; pudiendo constatar en aquella diligencia, llevada a cabo el 10 de mayo de aquel año, que aquel cadáver correspondía efectivamente al de su cónyuge".

Por la desaparición de Leopoldo García Lucero procesan a milico que participó en crímenes de la Caravana de la Muerte

Por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado de LEOPOLDO GARCÍA LUCERO, quien fue detenido en Santiago en septiembre de 1973, y pasó, entre otros, por el Estadio Nacional y el campo de prisioneros de Chacabuco, en la Región de Antofagasta, el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, procesó al oficial de ejército en retiro Carlos Minoletti Arriagada, por su responsabilidad en tal ilícito.

En la resolución (causa rol 1261-2011), el ministro Carroza encausó a Minoletti Arriagada como autor del delito de privación de libertad del martirizado García Lucero, quien estuvo detenido hasta junio de 1975, periodo durante el cual fue sometido a diversas torturas y vejámenes.

En la etapa de investigación, el ministro en visita logró establecer los siguientes hechos:

"Leopoldo García Lucero fue detenido sin justificación legal en el centro de Santiago, en calle Ahumada, el día 16 de septiembre de 1973, por personal de Carabineros de Chile de la Primera Comisaría de Santiago, motivado por su militancia en el Partido Socialista y participación política en acciones de respaldo al gobierno del Presidente Salvador Allende. Aprendido se le trasladó a la unidad policial donde fue sometido a durante dos días a sesiones de torturas, tratos vejatorios e interrogatorios cuya finalidad era obtener de él información respecto de otros simpatizantes o líderes del gobierno de la Unidad Popular, bajo amenazas de causarle a él o a miembros de su familia, la muerte. En este lugar no pudo identificar a sus torturadores, por mantenerlo todo el tiempo vendado y/o encapuchado;

Posteriormente, fue trasladado al Estadio Nacional, lugar de detención en que permaneció sin orden judicial que lo autorizara y donde nuevamente fue sometido a sesiones de tortura e interrogatorio, que se intensificaron por el empleo de castigos físicos, fuerte golpes en la cabeza, puñetazos, aplicación de descargas eléctricas, malos tratos psicológicos, etc., que le causaron entre otros la pérdidas de piezas dentales, fractura de su brazo y problemas de salud que se extienden hasta la actualidad, sin que tampoco pudiera identificar a quienes se las provocaron;

Al cerrarse el lugar, fue llevado en el mes de diciembre de 1973 hasta el Campo de Concentración de Prisioneros de Chacabuco, en Antofagasta, donde los malos tratos y torturas continuaron, por los 13 meses que permaneció en el lugar. A diferencia de los anteriores, si pudo identificar a uno de los encargados, un oficial de Ejército, que de acuerdo a varios sistemas de turnos que existieron en el Campo de Concentración, se encontraba a cargo de la seguridad, custodia, integridad y cuidado de los detenidos. Pasado el periodo de detención arbitrarias en este lugar, fue llevado al campo de prisioneros de Ritoque, donde estuvo encerrado cerca de un mes, bajo un estricto régimen y constantes amenazas de muertes, para finalmente ser trasladado al igual que en las otras ocasiones, sin aviso, a Tres Álamos, en Santiago, donde permaneció cerca de tres meses hasta su expulsión el día 12 de junio de 1975 hacia el Reino Unido donde permanece hasta la actualidad con su familia".

La investigación por el secuestro y torturas a Leopoldo García Lucero se inició en 2011, luego de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenara al Estado de Chile por denegación de justicia.

Importante es recordar que, en octubre de 1973, los oficiales y suboficiales que cometieron los alevosos crímenes de la “Caravana de la Muerte”, quienes obedecían órdenes directas del extinto Sergio Arellano Stark, quien a su vez contaba con una autorización expedita del chacal Augusto Pinochet, dejaron en Calama, de acuerdo a las investigaciones, un saldo de 26 prisioneros políticos vilmente ejecutados, cuyos cuerpos en primera instancia fueron inhumados ilegalmente y luego, en 1976, desenterrados y arrojados al mar.

Fue el entonces capitán Carlos Minoletti Arriagada el encargado de elegir los fusileros y ejecutar los fusilamientos. También, existen testimonios de que este criminal procedió a dar los tiros de gracia a los prisioneros ejecutados. Posteriormente, fue el quien participó en los entierros de los cuerpos en fosas clandestinas y después, a fines del año 76, tuvo la misión de ubicar las fosas para desenterrarlos, subirlos a un avión de la Fach en el aeródromo local para luego arrojarlos al mar.

Entre los criminales culpables de estos crímenes se encuentran además de Carlos Minoletti Arraigada, el coronel en retiro, Eugenio Rivera Desgroux, comandante del regimiento de Calama al tiempo de la caravana; el brigadier en retiro Carlos Lange Fonfurstenberg, el coronel en retiro, Víctor Santander Véliz, y el suboficial en retiro Gerónimo Rojo Rojo.

Cuando Carlos Minoletti Arraigada fue el oficial de seguridad del Campamento de Prisioneros de Chacabuco, estando encargado de dar la "Bienvenida" a presos políticos que fueron trasladados hasta ese lugar, en noviembre de 1973, ciertas fueron sus palabras cuando amenazó a los prisioneros diciéndoles que, "El desierto quiere sangre". Hasta ese momento, ningún prisionero sabía que Minoletti Arriagada había regado la aridez del desierto de Atacama con la sangre de 26 personas en Calama.

¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!


Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Abril 8 de 2017

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